Salvador Flores Rivera (14 de enero de 1920 - 5 de agosto de 1987, Ciudad de México), conocido como Chava Flores, fue un compositor e interprete de canciones Mexicanas. Nació en el antiguo barrio de La Merced en el centro de la Ciudad de México, en la calle de La Soledad. Se presume que creció en Tacuba, la colonia Roma y Santa María la Ribera, aunque también se le ubica en Azcapotzalco y la Unidad Cuitláhuac, lugar en donde vivió hasta 1933, año en que se mudó a Morelia, Michoacán. Su padre murió en 1933, por lo que tuvo que comenzar a trabajar para contribuir con el sostén de su familia.
Chava Flores tuvo infinidad de empleos desde su infancia; fue costurero, encargado de almacén, cobrador, vendedor de puerta en puerta, administrador de una ferretería, propietario de una camisería y de una salchichonería e impresor, entre otras cosas. Como es posible apreciar gran parte de estos trabajos implican movilización por toda la ciudad lo que, fue de gran utilidad para su etapa como compositor, pues debido a sus empleos recorrió barrios, calles, colonias y fue testigo de diversas situaciones que posteriormente plasmaría en su obra, la cual ofrece hermosas imágenes de la memoria de nuestro pueblo y merecidamente le otorga a este maravilloso compositor el título de Cronista cantor de la Ciudad de México. Chava Flores fue esencialmente un trabajador incansable, cuando las cosas no funcionaban bien en su empleo inmediatamente buscaba una alternativa que le permitiera continuar trabajando;
ese fue el caso 1946 cuando des afortunadamente tuvo que cerrar su camisería, con ello una racha de empleos breves y mal remunerados. Es así como sin saberlo se enfila a lo que será su carrera como compositor; con los amigos que había estado trabajando en la ferretería inicia su labor en una imprenta, en un principio las cosas funcionan de manera regular pero a raíz de una idea de Chava la imprenta empieza a mejorar, se trata nada menos que del Álbum de Oro de la Canción: “Mi amor por las canciones de México y sus compositores fluyó a mi mente. Me sabía miles de ellas aunque no conociera personalmente a ningún autor, y de mi mente desesperada por el infortunio surgió el álbum de oro de la canción. Una revista quincenal que desahogara mis ansias guardadas por ese hermoso arte que tanto amé y que nunca fue mío.”(Flores Rivera Salvador, 1994:26)
Se trató sin duda de un esfuerzo importante que tuvo un periodo corto de vida, debido principalmente al hecho de que la imprenta en la que trabajaba decidió dejar de lado el proyecto, y el precio del papel se elevó a tal grado que el álbum se volvió prácticamente incosteable; “Salvador Flores Rivera, comenzó a editar en 1949 una colección de decorosos y útiles cuadernos de 32 páginas que llamó el álbum de oro de la canción. El precio de cada cuaderno era de sesenta y cinco centavos, y en ellos aparecían las canciones más gustadas de todos los tiempos. Cuatro años duró la publicación de este excelente cancionero de lujo que con el famoso Cancionero Picot, ha sido lo más esmerado que se ha publicado para dar mayor realce a nuestro cancionero nacional.”(Garrido S. Juan, 1974:111)
Es justamente este episodio- de la creación del álbum- el que marca definitivamente a Chava y el que le abre las puertas para incorporarse a las filas de compositores e intérpretes de aquella época, pues debido a su publicación el trato con intérpretes y compositores va despertando en él la vocación, que sin duda aguardaba el momento preciso para hacer su aparición. La imposibilidad de continuar con el álbum lo orilla a buscar un nuevo campo de trabajo, y una vez que había conocido un poco más a fondo el ámbito musical se percata que su gusto por la música va más allá del placer de escuchar y cantar lo que sus oídos le dictan, prefiere hacer sus propias canciones e iniciar así su faceta de prolífico compositor.
Se dio a conocer con la canción "Dos horas de balazos". A esta canción sumó "La tertulia", y ambas fueron grabadas por RCA Victor en 1952. Actuó en las carpas y cabaréts de la ciudad, ganando fama en el resto del país, en América Latina y en Estados Unidos. En 1976, había grabado siete discos de larga duración, y era dueño de la disquera Ageleste. Apareció en siete películas del cine mexicano: Mi influyente mujer, La esquina de mi barrio, Rebeldes sin causa, Bajo el cielo de México, El correo del norte, La máscara de la muerte y ¿A Qué Le Tiras Cuando Sueñas Mexicano?, en donde actuó al lado de Luis de Alba. Además, sus canciones aparecían cantadas en otras películas, en voz de actores como Germán Valdés y Pedro Infante, por ejemplo, las canciones "El gato viudo" y "La tertulia", respectivamente. En 1983 se mudó a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde tenía un programa de televisión. Al año siguiente fue trasladado a la ciudad de México por una urgencia médica, que le llevó a la muerte pocos días después.